Telefónica ha conseguido que se flexibilicen las condiciones impuestas por la CMT para ofrecer conexiones de 30 megas.
Una de ellas consistía en que el ex monopolio debía crear una oferta mayorista para sus rivales que les permitiera dar un servicio sobre la red de fibra óptica que incluyera capacidad para dar televisión IP, un servicio equivalente al Imagenio de Telefónica.
Según Telefónica, como ese tipo de servicio mayorista no se había exigido nunca, se necesitaría un año para tener disponible la tecnología necesaria para ofrecerlo, lo cual podría retrasar el ritmo de despliegue de sus redes de nueva generación de fibra óptica.
Ante esta alegación, la CMT ha decidido flexibilizar las condiciones impuestas a la operadora española para que pueda lanzar los 30 megas sin necesidad de tener que ofrecer el servicio mayorista de televisión IP.
Por lo visto, las presiones del gigante español de las telecomunicaciones, están surtiendo efecto.
El gran problema consiste en que la competencia no apuesta por la inversión en nuevas redes basadas en la fibra óptica y el ex monopolio es consciente de ello y lo utiliza en su favor.
Telefónica es, a día de hoy, la única empresa que puede permitirse desplegar fibra óptica por todo el país en un periodo de tiempo relativamente corto.
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