A mediados del mes pasado, todos los medios de comunicación se hicieron eco de la intención de la Comisión Europea de proponer que se cobrase a los usuarios de telefonía móvil por recibir llamadas.
Dicha proposición fue rápidamente rechazada por los usuarios y por las asociaciones de consumidores y a ese rechazo se suma hoy el Gobierno español.
El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, dijo hoy que "el Gobierno español se opone totalmente a que la Comisión Europea apruebe el pago por recibir llamadas de telefonía móvil".
Además añadió que, si se aprobara dicha propuesta, España y otros países europeos "evitarían que entrara en vigor".
En ese mismo sentido se han manifestado expertos en telecomunicaciones comunitarios y han añadido que ahora, ni la CE ni los operadores europeos se plantean esta posibilidad para compensar la bajada de ingresos una vez se hayan "armonizado" las tarifas de terminación.
Parece que la presión y el rechazo frontal de los usuarios ha surtido efecto y la Comisión Europea se limitará a reducir y armonizar los precios de terminación para abaratar las llamadas.
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